Viajar a Gambia es un espectáculo para los sentidos. A continuación, te detallamos 10 cosas que no puedes dejar de hacer si viajas a este pequeño país africano.
1. Pasear por los mercados: el de Brikama nos pareció espectacular. Un derroche de colores, olores psicodélicos y gente, mucha gente. Merece la pena perderse por sus estrechos callejones e, incluso, probar algunos de sus productos. Pero cualquier mercado en otros pueblecitos (Kartong, Janjanbureh…) destila una esencia especial.
Mercado de Brikama. |
2. Ver cómo llegan los pescadores a Tanji: al atardecer, centenares de personas esperan ansiosas en la orilla la llegada de esas preciosas barcas de colores. Una escena bellísima de la vida cotidiana en Gambia.
Playa de Tanji. |
3. Disfrutar de una puesta de sol en la playa del Boboi Beach Lodge: imagina una playa de varios kilómetros de arena blanquecina en la que estás tú solo (o con buena compañía), tomando un zumo o una fabulosa cerveza Julbrew.
Reflejos en la arena de la playa del Boboi Beach Lodge, justo tras la puesta de sol. |
4. Ver pájaros: Gambia es uno de los principales destinos mundiales para el turismo ornitológico. El Tendaba Camp o la ciudad de Janjanbureh pueden ser buenos puntos de partida.
Gambia es un paraíso para el turismo ornitológico. |
5. Navegar por el río Gambia para ver hipopótamos: estos animales, aunque peligrosos, son una de las principales razones por la que meternos en un pequeño bote y surcar las aguas del inmenso río. Con suerte, veremos unos cuantos muy de cerca.
Navegando por el inmenso Río Gambia. |
6. Ser agobiado por los bumsters: aunque no sea de tu agrado, esto es algo inevitable. Paciencia, mucha paciencia, e intentar pasar del tema son los mejores remedios.
7. Ver monos en el Bijilo Monkey Park: a pesar de estar en libertad, los monos están habituados a la presencia humana, por lo que son muy simpáticos. Buena oportunidad para demostrar tus dotes de fotógrafo.
Si somos pacientes, los monos se acercarán a saludarnos. |
8. Regatear en los mercados de artesanía: y si no lo intentas, los propios vendedores te incitarán a ello. Se pueden obtener precios muy buenos si se es hábil en el arte del regateo.
9. Ser un toubab: en las zonas menos acostumbradas al turismo, los niños saldrán corriendo a tu paso gritando “toubab” (persona blanca), con una sonrisa en la boca. En ocasiones pedirán dulces o dinero, pero generalmente lo que buscan es simplemente saludar y conocer a esa persona que viene a visitarlos.
Niños en una zona rural del interior de Gambia. |
10. Reflexionar: en muchas ocasiones un viaje así te hace replantearte tu modo de vida. Para los que no conocen África, Gambia puede ser una buena introducción. Una buena dosis de realidad en la que poder ver la cara más amarga del planeta.
Poblado tradicional Gambiano. |
Eso es todo, Gambia...¡esperamos verte de nuevo!
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