lunes, 24 de abril de 2017

Preparativos para el viaje a Sri Lanka y pequeña introducción

Sonrientes en Sigiriya.
Sri Lanka, la antigua Ceilán, la isla de los mil nombres. La lágrima de la India, dicen algunos; nosotros preferimos considerarla como la Perla del Índico. Exótica, misteriosa y fascinante, Sri Lanka ofrece al viajero playas kilométricas, tierras altas con campos de té, gente amable y una gastronomía realmente sabrosa.
¿Por qué nos decidimos por Sri Lanka? Tenemos que ser sinceros y decir que, en un primer momento, no estaba entre nuestros destinos pensados. Pero varios amigos la habían visitado recientemente (trayendo excelentes referencias) y nos encajaba a la perfección con los 10 días que teníamos de vacaciones, así que… ¡adelante!
Viaje en tren por las tierras altas de Sri Lanka.
 
UN POCO SOBRE SRI LANKA
La República Socialista de Sri Lanka es una isla con forma de lágrima situada al sudeste de la India, en el Golfo de Bengala. Tiene una superficie de algo más de 65000 km2, y una población de, aproximadamente, 20 millones de ceilaneses. (Nota: el término correcto es ceilaneses, ceilandeses o esrilanqueses. Cingaleses se refiere solo a los de esta etnia, sin tener en cuenta a la minoría tamil, que representa el 9% de la población). 
El budismo es mayoritario en la población (70%); sin embargo, también están representados el hinduismo, el cristianismo y el islam.
La isla posee 1340 kilómetros de costas y es, en su mayor parte, llana. Sin embargo, en el centro de Sri Lanka se elevan las verdes y fértiles “tierras altas”, donde proliferan campos de té.  Algunos picos en la zona superan los 2000 metros de altitud, siendo los más relevantes el  Pidurutalagala (2524 metros de altitud) y el Adam’s Peak, este último considerado sagrado por los ceilaneses.
Sri Lanka en el mapamundi. Foto tomada de es.wikipedia.org
El clima de Sri Lanka es tropical y húmedo, aunque con gran variabilidad entre sus zonas costeras y las zonas centrales altas (mucho más frías). Se podría dividir el año en cuatro periodos: la temporada monzónica en el sudoeste (mayo a septiembre), la temporada monzónica en el nordeste (diciembre a febrero) y las dos épocas intermonzónicas. Los meses más calurosos son, generalmente, marzo y abril.
Sri Lanka alberga, a pesar de su pequeño tamaño, una cantidad y variedad de fauna y flora realmente llamativa. El 15% de su territorio está protegido, y en algunos de sus parques nacionales podemos contemplar fácilmente sus animales más emblemáticos: elefantes, leopardos, cocodrilos, monos… No podemos olvidar tampoco su gran variedad de aves (garzas, ibis…) y de reptiles (cobra, pitón, varanos…). 
"Stilt fishermen", o lo que es lo mismo: pescadores subidos a un palo, típicos (antaño) de la costa sur de Sri Lanka.
Se cree que los primeros habitantes de Sri Lanka provenían del norte de la India, eran buenos comerciantes y exportaban canela a Egipto. El primer reino cingalés se forjó con la llegada a la isla del príncipe indio Vijaya, en el siglo IV a.C.  El budismo entró en Sri Lanka en el siglo III d.C; en los siguientes 1200 años se produjeron sucesivas invasiones desde la India, por parte de los tamiles o por reyes cingaleses. Estos dos grupos étnicos presentaban notables diferencias culturales y políticas, por lo que su relación nunca fue buena.
A partir de 1505 los portugueses colonizaron la isla; posteriormente ésta fue controlada por holandeses y más tarde por los británicos, quienes le otorgaron el nombre de Ceilán (Ceylon) en 1802.
Ceilán consiguió su independencia en 1948 y, en 1972, cambió su nombre al actual Sri Lanka. Pero poco después, en 1983, tras unos duros enfrentamientos en la península de Jaffna donde fueron asesinados 2000 tamiles, comenzó una guerra civil que no finalizó hasta 2009.
En el año 2004 una nueva desgracia afectó a la isla. El gran tsunami del sudeste asiático de ese año se cebó especialmente con Sri Lanka; las costas sur y este fueron las más dañadas, en algún punto el mar entró hasta 2 kilómetros en tierra. Perecieron unas 30000 personas y más de un millón y medio tuvieron que huir de sus hogares. 
Monje budista en Polonnaruwa.
En los últimos años Sri Lanka ha vivido un espectacular auge económico, con una notable mejoría de sus infraestructuras, pasando a ser un destino turístico emergente. Son cada vez más los viajeros de todo el mundo que quieren acercarse a este maravilloso país para conocer su historia, sus monumentos (tiene ocho lugares considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), su naturaleza, su gastronomía y la amabilidad de sus gentes.
A nosotros no nos cabe duda de que merece muchísimo la pena.
 
LOS PREPARATIVOS 
Vuelo: no existen vuelos directos desde España hasta Sri Lanka. Hay que hacer como mínimo una escala; los vuelos cuestan, generalmente, a partir de 600€. En nuestro caso hicimos Madrid-Dubai-Colombo y Colombo-Dubai-Madrid.
Vacunas/salud: no exigen vacunas obligatorias. Pero hay que tener las vacunas de rutina y es deseable estar vacunado de hepatitis A y fiebre tifoidea. Según las guías americanas (actualizadas en 2016) no se requiere profilaxis contra la malaria; según las recomendaciones españolas (2015) el riesgo es limitado y únicamente necesitamos evitar las picaduras de msoquitos. No olvidar que debemos beber siempre agua embotellada y evitar, en la medida de lo posible, alimentos crudos.
Exultantes tras descender los más de mil metros de desnivel del Sri Pada, montaña sagrada de Sri Lanka.
Época del año para viajar: como ya hemos comentado antes, existen dos temporadas de monzón (mayo a septiembre en el sudoeste y diciembre a febrero en el nordeste) y en marzo-abril es la época más calurosa. Dado que las zonas más visitadas están en el cuadrante sudoeste del país, parece lógico pensar que la peor época es de mayo a septiembre. Nosotros fuimos en enero y el tiempo fue ideal, sin lluvias y con temperaturas cálidas pero soportables.
Documentación: necesitamos pasaporte con una validez de al menos 6 meses. Además, se requiere un visado electrónico (llamado ETA, se obtiene en la web www.eta.gov.lk ) que nos permite la entrada al país por un máximo de 30 días y cuesta 35$. Se hace todo online, fácil, y llega al correo electrónico en poco tiempo (hay que llevar impreso dicho correo, aunque la verdad es que luego no nos lo pidieron).
Dinero: la moneda de Sri Lanka es la rupia ceilanesa (LKR). El cambio es, aproximadamente 1€ = 150-160 LKR. En algunos sitios aceptan dólares. 
Seguro: el seguro nos costó unos 45 € por persona (teníamos un 5% de descuento por haberlo contratado a través de algún blog de viajes). 
Festividad de la poya, en Kandy.
Ropa y material: decidimos ir con lo mínimo posible, puesto que teníamos que dormir cada noche en una ciudad y hacer numerosos trayectos en bus, tuk-tuk, etc…
-    Mochila grande (55 litros).
-    Pequeña mochila plegable e impermeable multifunción (nos vino de maravilla).
-    Ropa interior.
-    Camisetas.
-    1 pantalón largo transformable.
-    2 pantalones cortos.
-    Pantalón largo ancho traído de Tailandia (pijama/paseo/relax).
-    Chubasquero.
-    Abrigo plegable (imprescindible para la subida al Sri Pada, hacía muchísimo frío).
-    Chanclas ducha/playa.
-    Sandalias.
-    Zapatillas trekking.
-    Bañador.
-    Toalla súper absorbente.
-    Gafas de sol.
-    Frontal.
-    Botiquín (con antibióticos, y demás…)
-    Móvil y cargador.
-    Cámara de fotos, batería de repuesto, trípode y cargador.
-    Paraguas (de los plegables, no llegamos a usarlo).
-    Crema solar, repelente de mosquitos.
-    Bolsa ropa sucia.
-    Neceser (con lo básico).
-    Libreta/diario y bolígrafos.
-    Monedero oculto, tipo cinturón (nuestra queridísima riñonauer).
-    Pasaporte, copia del seguro, billetes de avión, papeles del visado.
-    Papeles de reserva de alojamientos.
-    Almohada hinchable para el viaje en avión.
-    Adaptador para el enchufe.
-    Libro de lectura.
-    Guías de Sri Lanka.
-    Dinero.

Ahora ya conocemos un poquito más sobre Sri Lanka y sobre qué tenemos que tener en cuenta para preparar un viaje a este bonito país. A partir de la próxima entrada en el blog, la ruta realizada, el presupuesto y mucho más. 
Vistas desde la cima del mini Adam's Peak, en Ella.

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