viernes, 30 de diciembre de 2016

Nuestra carta al 2016

Querido 2016,
Llegaste una noche invernal, fría y gris. Recuerdo perfectamente cómo te recibimos. Viajando, como no podía ser de otra manera. Celebrando esa mágica cuenta atrás tanto en la luminosa Times Square de Nueva York como en la puerta de un hostel en Copenhague. Separados por más de 6000 kilómetros, sin apenas conocer nada el uno del otro.
Continuaste frío y gris hasta una tarde de abril en que, por azares de la vida, nuestros caminos se cruzaron. Esas botas que habían recorrido por separado miles de kilómetros por el mundo, dieron sus primeros pasos juntos por la Sierra de Guara una tarde de primavera. 
Dolmen de la losa mora, en las proximidades de Rodellar (prepirineo aragonés).
Poco después decidimos acompasar nuestros pasos y seguir caminando juntos, ser compañeros de viaje. De este gran viaje que es la vida.
Paseo de las pajaritas, en el Parque Miguel Servet de Huesca.
Pronto, 2016, nos ofreciste una primavera cálida y un verano radiante. Nosotros aprovechamos para hacer juntos, por primera vez, lo que más nos gusta. Tomamos ese avión que nos llevó a las alturas de Chamonix y a los verdes paisajes suizos.
El Mont Blanc, techo de europa, desde la cima de la Punta Helbronner. Viaje a Chamonix y Suiza.
Aprovechando el buen tiempo que nos regalaste, subimos montañas en el Pirineo y nos bañamos en las cálidas aguas del Mediterráneo.
Macizo de las Maladetas, desde unos metros antes de la cima de la Tuca de Salvaguardia.
Risas al atardecer en el Cap de Creus (Girona).
En octubre uno de nosotros dio sus primeros pasos por África, mientras el otro descubría tierras de volcanes e historia. A pesar de la distancia, esos viajes nos unieron todavía más.
Atardecer con los pescadores, en la playa de Tanji (Gambia)
Disfrutando del paisaje en Positano, en la costa amalfitana.
También conocimos importantes ciudades de tres culturas, y exóticos templos budistas al lado de casa.
Nuestro viaje más cultural, en octubre, a Toledo.
Entrada al templo budista de Panillo, en el Pirineo Aragonés.
Decidiste, 2016, traer el otoño y pintar tu cara de amarillos, naranjas y marrones. Fueron días de kilómetros y, en ocasiones, semanas de alejamiento. Barcelona y Barbastro, Barbastro y Barcelona. Horas y horas de autobús que aprovechamos para planificar nuevos lugares que recorrer juntos. Chile, Argentina, Bolivia, Panamá, Cuba, Laos… una lista interminable de aventuras que teníamos en mente.
Finalmente, Vietnam fue el elegido. 20 días de botas y mochila por tierras del sudeste asiático, compartiendo paisajes, vivencias y sonrisas. El mejor viaje de nuestras vidas.
Magnífico paisaje en Tam Coc.
Paseando por Cat Cat, una aldea cerca de Sapa.

Súper felices en la bahía de Halong.
Ahora toca despedirte. Hemos querido aprovechar estas últimas horas contigo para echar la vista atrás y recordar los maravillosos momentos que nos has ofrecido.
Gracias, 2016, por todo.  Estamos seguros de que siempre te recordaremos con alegría. El año en el que comenzamos a caminar juntos, el año que lo cambió todo. 
Que no falte la sonrisa :)

Te echaremos de menos, amigo. Un abrazo fuerte.
Pedro y Paula.


…y lo mejor del camino está todavía por recorrer…

lunes, 26 de diciembre de 2016

Viaje a Vietnam. Presupuesto para 19 días y consejos para ahorrar

Puesto de comida callejera en la playa de An Bang, cerca de Hoi An.
Cuando viajamos una de nuestras principales preocupaciones es el desembolso económico que nos va a suponer. ¿Encontraré vuelos a precio razonable sin escalas de 15 horas? ¿Las noches de hotel me van a costar riñón y medio? ¿Podré comer todos los días sin salirme de mi presupuesto? Y, lo más importante: ¿cuánto vale una cerveza?
Tenemos que empezar diciendo que nuestra opción de viaje no ha sido precisamente la más barata. Hemos buscado hoteles algo mejores que los típicos hostels de backpackers y nos hemos dado el capricho de alojarnos en un súper resort en la isla de Phu Quoc durante 3 noches. Los transportes entre ciudades no siempre han sido los más baratos y sí, hemos comido en sitios muy muy buenos (aunque esto último no implica que hayan sido caros).
Sin embargo, en los siguientes párrafos vamos a intentar desglosar un poco todas esas preguntas que también nos surgieron a nosotros, para explicar por qué  Vietnam es un país que podemos considerar barato para viajar.

El vuelo: Vietnam es un destino turístico al alza, por lo que numerosas aerolíneas nos permiten llegar tanto a Hanoi como a Ho Chi Minh City (HCMC). Desde España no existen vuelos directos, así que tenemos que estar preparados para hacer 1 o 2 escalas. En nuestro caso encontramos los vuelos desde Skyscanner, reservándolos con unos 2 meses de antelación. Los vuelos, ida y vuelta, cuestan habitualmente en torno a 500-600 euros por persona (con 2 escalas). A nosotros, 1127,78 € con ida a Hanoi y vuelta desde HCMC.
Primera escala: Aeropuerto Charles de Gaulle, en París.
Hoteles: la oferta hotelera es amplísima en Vietnam. Y su relación calidad/precio es insuperable. Las zonas más “rurales” (Tam Coc y Phong Nah) tienen precios mucho más ajustados y con hoteles/guesthouses más modestos; mientras que las grandes ciudades (Hanoi, Hoi An y HCHM) ofrecen hoteles bastante más caros que no tienen por qué ser mucho mejores en calidad. En general, nos decidimos por hoteles más que decentes, y siempre en habitación sólo para los dos y con baño privado. Y, como hemos dicho, estuvimos 3 noches en un resort de lujo en Phu Quoc… En hostels de habitaciones compartidas podemos encontrar camas desde poco más de 2 euros/noche. Pronto, en el blog, un post en el que detallaremos los alojamientos en los que estuvimos. 
El más barato: Linh's homestay, en Phong Nha. Habitaciones sencillas y dueños con una amabilidad extraordinaria.
El que más nos gustó: Serene Palace Hotel, en Hue.

El más caro: Famiana Resort & Spa, en Phu Quoc.
Transporte en Vietnam:
  • Vuelos a Phu Quoc: en nuestro caso viajamos a la isla desde el aeropuerto de Da Nang (haciendo escala en HCMC). De vuelta de la isla llegamos también a esta última ciudad. El trayecto, a partir de 45-50 € por persona.
  • Autobuses: únicamente tomamos un autobús público normal y corriente para ir de Halong a Ninh Binh. Por unas 4 horas de viaje pagamos 180000 dongs por persona (algo más de 7 euros). En las taquillas ponía algo de 120000, pero la taquillera nos cobró 180000. Nos lo explicó en vietnamita/inglés y no entendimos ni papa. Posible Probable timo, pero aún con todo nos salió mucho más barato que los autobuses que ofrecen a los turistas (nos lo ofrecían por 15$).
  • Sleeping bus: opción algo más cara que el autobús normal, pero permite ahorrarse una noche de hotel, es muy cómodo y una experiencia fantástica. Recomendados en todos los sentidos.
  • Trenes nocturnos a Sapa: son el mejor medio para dirigirse a esta región de las montañas. El tren suele ir lleno y, según hemos leído por internet, es muy recomendable reservarlo con antelación. Por ello, la mayor parte de los hoteles de Hanoi se ofrecen a hacer la reserva, probablemente ganando algo de dinero con ello. 2 billetes de ida y vuelta, en camarotes de 4 personas y trenes bastante buenos nos costaron 160 dólares. 
  • Taxis desde/al aeropuerto: tanto a nuestra llegada como para la salida decidimos contratarlos con el hotel (de 10$ para arriba). Algo más caro pero, sobre todo a la llegada, no queríamos toparnos con taxistas que hincharan el precio del taxi. 
  • Taxis urbanos: importante regatear bien. El precio varía mucho en función de la habilidad de cada uno para negociar. Tampoco cogimos muchos, así que no podríamos dar precios orientativos.
  • Bicicletas: en algunos hoteles (como los nuestros de Hoi An y Tam Coc) las alquilaban gratis. Vimos alquileres desde 3 a 5$ el día.
  • Motocicletas: si bien alquilaban en varias ciudades, únicamente las escogimos en Phu Quoc. 8$ por todo el día (ojo, caro, en el resto de destinos seguro que era más barato que en la isla).
Resguardo que nos facilitó el hotel para intercambiar por el billete de nuestro tren nocturno a Sapa.

Viajar en transporte público vietnamita es más complicado. Aquí, la caótica estación de autobuses de Halong.
Comida: ya hemos dicho por activa y por pasiva que la comida en Vietnam es una experiencia notable. Y, además, a un precio más que bueno. Así, en general, entrante + 2 platos + 2 bebidas por 10-12 euros en restaurantes. La comida en los puestecillos de la calle es bastante más barata. Nos dimos algún capricho (cenar los dos por unos 20-24 euros) y también probamos un sitio súúúúúúúúper barato en Hoi An que nos gustó bastante. 
Platos principales por entre 1 y 2 euros. Y de calidad más que aceptable. Cerca del mercado nocturno, en Hoi An.
Cocina bien elaborada y de alta calidad, también en Hoi An.
Cerveza: vamos a lo importante. En bares y restaurantes nos ofrecieron 4-5 cervezas vietnamitas distintas. De 15 a 30000 dongs (0,60 a 1,20 euros, aproximadamente).

Entradas a los monumentos: visitamos algunos monumentos gratuitos, mientras que los demás tenían precios asequibles (entre 1 y 4 dólares casi todos). No supondrá demasiado desembolso este tema.

Visitas/excursiones con guía: aquí nos dejamos gran parte del presupuesto, puesto que hay lugares que es imprescindible/recomendadísimo visitar con guía y esto siempre encarece el precio.
  • Crucero por la bahía de Halong: uno de los grandes desembolsos del viaje. Se puede optar por dormir en el crucero una o más noches. Pensamos que con una noche es más que suficiente, y es lo que hicimos. Estuvimos mirando varias ofertas, puesto que habíamos leído de barcos más baratos pero en muy malas condiciones, y al final reservamos con Garden Bay Cruises (que, además, nos lo habían recomendado). 306$ por todo: transporte en bus desde Hanoi, crucero con pensión completa (salvo bebida) y excursiones por la bahía.
  • Visita a las cuevas de Phong Nha: el parque nacional se puede recorrer por libre (generalmente en moto). Sin embargo, el mal estado de las carreteras y la llovizna nos hicieron preferir el contratar un tour guiado. Por unos 50$ cada uno tuvimos el autobús desde el pueblo al parque, la visita a Paradise Cave, la comida, y la “tarde de aventura” (tirolina, visita a la Dark Cave, breve paseo en kayak, y ¡barra libre de ron!). Sí, carillo, pero valió mucho la pena. 
  • Visita a My Son: las ruinas de My Son están a casi una hora de Hoi An. Se pueden visitar por libre aunque con guía se aprende más. Por 6$ cada uno tuvimos el transporte ida y vuelta, la entrada y la visita guiada de unas 2 horas. Precio correcto.
Nuestro barco, de la compañía Garden Bay Cruises.

Nuestro (peculiar) guía, en My Son.
Otros gastos inevitables:
-    Seguro de viajes: lo hicimos con IATI, 56,44€ por persona,
-    Visado por internet: 36,5$ entre los dos.
-    Pago a la entrada de Vietnam: 50$ más. Grrrrrrrrrr…





RESUMEN DE LOS GASTOS (para 2 personas, en euros):



PEQUEÑOS CONSEJOS PARA AHORRAR DINERO EN EL VIAJE A VIETNAM

Como siempre, “a toro pasado” nos damos cuenta de cómo podríamos habernos ahorrado algunos euros. Aquí van unos cuantos trucos:
  • Para moverse de los aeropuertos a nuestro alojamiento, la mayor parte de hoteles ofrecen servicio de recogida. Los precios están infladísimos. Se puede negociar/regatear con los taxistas que esperan en la puerta. En el aeropuerto de Ho Chi Minh City, en la zona de llegadas, había unos mostradores de compañías de taxis que ofertaban el trayecto al centro por 180000 dongs (unos 7 euros). El autobús 152 lleva al céntrico mercado de Ben Thanh, por un precio notablemente menor.
  • Desplazarse de Lao Cai a Sapa: al llegar en el tren nos avasallan decenas de conductores de furgonetas privadas. Por mucho que regateemos, nunca llegaremos al precio del autobús público. Éstos, de color amarillo, se sitúan saliendo de la estación de tren a la izquierda. El trayecto dura aproximadamente el mismo tiempo, es cómodo y nos cuesta más o menos la mitad que en furgoneta.
Saliendo de la estación de Lao Cai, a la izquierda, encontraremos los autobuses amarillos con destino a Sapa.
  • Siempre que podamos coger los autobuses públicos para vietnamitas. En todo momento nos van a “ofrecer” autobuses que solo utilizan turistas, bastante más caros. Buscando y preguntando mucho podemos encontrar los autobuses “locales”. Utilizamos esta opción para ir de Halong a Ninh Binh y resultó una experiencia fascinante.
Interior de la estación de autobuses de Halong. Aunque probablemente nos timaron, es mucho más barato viajar en transporte "vietnamita" que el que ofrecen siempre a los turistas.
  • Utilizar los sleeping bus nocturnos para moverse entre ciudades. Están bien de precio, son cómodos y nos permiten ahorrar una noche de hotel. Además, lo consideramos una de las experiencias obligatorias de cualquier viaje a Vietnam (esos neones de colores…).
Los sleeping bus conllevan comodidad, experiencia fascinante y ahorro de noche de hotel. ¿Por qué no probarlos?
  • Llevar la tarjeta de estudiante universitario: como en cualquier país. Aunque no la pudimos utilizar en muchos lugares (museo de historia de Hanoi y algún lugar más que no recordamos), nunca está de más ahorrarse unos eurillos.
  • Moverse en bicicleta por los alrededores de Tam Coc y Hoi An: aunque con moto se puede llegar más lejos y más rápido, en ambos lugares el alquiler de la bici nos salió gratis y nos pareció la opción perfecta para acercarnos a pagodas y pequeños pueblos.
Fernando Escartín y Miguel Induráin surcan veloces las llanurasde Tam Coc.
  • Llevarse botellas de agua al crucero de Halong. Sí, suena cutre, pero lo hace bastante gente. En los cruceros está todo incluido excepto la bebida, cuyos precios son totalmente europeos (¡hasta 2 euros la cerveza!). Nosotros lo hicimos y encantados estamos.
  • Ser bueno regateando. Aquí ya depende de la habilidad de cada uno. En Vietnam se puede negociar el precio de casi cualquier cosa, así que si somos buenos negociadores podemos obtener muy buenos precios. Y sí, tranquilos que el vendedor nunca perderá con la transacción.
  • Saltarnos las comidas. ¡No! ¡No estoy diciendo que no comamos por ahorrar! En la mayor parte de los alojamientos de Vietnam los desayunos, aparte de riquísimos, son tremendamente abundantes. Incluyen platos de pho, noodles, y demás. Si os encanta desayunar fuerte (como a nosotros), podréis pasar el día simplemente picando algo en los puestos callejeros y llegar hasta la cena (que, por otro lado, suele ser temprano, sobre las 19:00).
Abundante plato de pho de cerdo acompañando al café con leche. La combinación perfecta para un nutritivo desayuno.
En muchos hoteles el desayuno es tipo buffet y te permite ponerte las botas hasta no poder más. Suficiente para aguantar hasta la cena.
  • Ver Phu Quoc en modo barato: los precios en Phu Quoc son bastante más altos que en el resto de Vietnam. En lugar de los carísimos resorts, existen guesthouses y pequeños homestays por poco más de 7 euros la noche.  
  • Probar la comida callejera: está por todos lados y los precios son mucho más baratos que en los restaurantes abarrotados de turistas.
Los puestos de comida callejera abundan, y muchas de sus especialidades son buenísimas.
Muchos bares constan de pequeñas mesas y diminutas sillas de plástico. Son sinónimo de buenos precios y calidad notable.
 ¿Se os ocurre alguna manera más para ahorrar en el viaje? Nos lo podéis decir aquí abajo, en los comentarios ;)





viernes, 23 de diciembre de 2016

Viaje a Vietnam. La ruta realizada.

Pequeño resumen de nuestra ruta (Clic en la imagen para ampliar).
Vietnam es un país extenso y con multitud de lugares interesantes para visitar, por lo que sería necesaria una estancia prolongada para conocer todos sus bellos rincones.
Nosotros disponíamos de 19 días para recorrer el país. Optamos por llegar, en el vuelo de ida, a Hanoi (la capital, en el norte), y posteriormente ir hacia el sur hasta finalizar en Ho Chi Minh, donde tomaríamos el vuelo de vuelta. Aunque hay gente que la recomienda en sentido contrario, a nosotros nos parece una buena elección la que tomamos.
Con esos 19 días fue suficiente para disfrutar de los lugares más importantes de Vietnam, aunque nos dejamos alguno en el tintero (el delta del Mekong, fundamentalmente). 
La bicicleta es la mejor manera de conocer los alrededores de Tam Coc. En el hotel nos la alquilaron gratis.
Moverse por Vietnam es fácil en transporte público, puesto que existen numerosos autobuses, trenes e incluso aviones internos. Además, existen algunos autobuses más orientados al turista que, aunque más caros, conectan los principales destinos de interés.
Nos gustaría destacar los psicodélicos (por sus luces de colores) pero cómodos y muy prácticos “sleeping bus”, unos autobuses en los que los pasajeros van tumbados en una especie de literas. En nuestro caso los utilizamos para desplazarnos de Tam Coc a Phong Nha (trayecto nocturno, por lo que nos ahorramos una noche de hotel) y de Hue a Hoi An. Lo dicho: cómodos y muy prácticos; nos parece una de las experiencias más divertidas del viaje.
Sí, la luz del "sleeping bus" era así. Psicodelia pura.
Cómoda experiencia el moverse en sleeping bus.
Para movernos de Hanoi a Lao Cai (la estación de tren más cercana a Sapa) y, posteriormente, regresar de Lao Cai a Hanoi, podemos/debemos coger trenes nocturnos. Nos ahorramos dos noches de hotel y en ellos podemos dormir perfectamente, puesto que viajamos en unos camarotes con literas para 4 personas. El precio un poco caro sí, ya que lo reservamos a través del hotel (sin duda es la mejor opción, lo explicaremos más adelante).
De Lao Cai a Sapa, y viceversa, existen dos opciones. Nada más llegar el tren a Lao Cai, decenas de personas te abordan para llevarte a Sapa en una furgoneta privada por un precio negociable. En nuestro caso nos costó 50000 dongs (2 euros) por persona. Sin embargo, se puede realizar el mismo trayecto en autobús público  (los de color amarillo situados a la salida de la estación de tren), por tan solo 30000 dongs.
A la ida hicimos la turistada (furgoneta), pero a la vuelta nos sentimos los más listos de la clase, puesto que el bus era muy cómodo y nos permitió relacionarnos con algunos locales.
En nuestra cabina del tren de Hanoi a Lao Cai.
El autobús público que nos llevó de Sapa a Lao Cai. La mejor opción para cubrir este trayecto.
De Halong a Tam Coc, a pesar de que nos habían ofrecido ir en un autobús para turistas (por unos 15 euros), decidimos viajar en un autobús normal y corriente. Nos salió mucho más barato (unos 7 euros) y fue una experiencia bastante intensa: un autobús kamikaze que surcaba las carreteras vietnamitas a mil por hora esquivando motos, en el que no cabía un alfiler y, por supuesto, nadie hablaba inglés. Un trayecto de 4 horas, con parada en una estación de servicio bizarra, y que finalizó en una calle aleatoria de Ninh Binh. Allí tomamos un taxi y llegamos a nuestro destino final. Valió la pena, sin duda.

Nuestro autobús repleto de vietnamitas...cuando todavía no estaba repleto al 120%.

Fue un trayecto en bus que no creo que olvidemos...

En algunos lugares (Tam Coc y Hoi An) vale la pena alquilar una bicicleta/moto con la que desplazarse por los alrededores. Nosotros optamos por la bici y nos pareció una elección perfecta.
En bici por una zona rural próxima a Hoi An.
En Phu Quoc, la mejor opción para recorrer la isla es alquilar una moto. El tráfico es menos caótico que en las grandes ciudades, pero el estado de las carreteras y las flexibles leyes de tráfico vietnamitas… con cuidadín, ¿ok?
La moto es la mejor manera de recorrer Phu Quoc.
Valentino Rossi y Marc Márquez. Bueno, no, que era la primera vez que llevábamos una moto...


Esta fue nuestra ruta, día a día:
  • Día 1: vuelo Madrid – París – Guangzhou – Hanoi.
  • Día 2: llegada a Hanoi – visitamos Hanoi.
  • Día 3: Hanoi – tren nocturno a Lao Cai.
  • Día 4: de Lao Cai a Sapa en furgoneta – senderismo por la zona de Sapa.
  • Día 5: visitamos Cat Cat, en la zona de Sapa – vamos a Lao Cai en autobús público – tren nocturno a Hanoi.
  • Día 6: de Hanoi a la bahía de Halong en minibús (incluído en el crucero) – ruta en barco por Halong – dormimos en el barco.
  • Día 7: bahía de Halong – de Halong a Ninh Binh en autobús público, y taxi hasta Tam Coc.
  • Día 8: ruta en barca por el río – paseo en bici por los alrededores de Tam Coc – tomamos sleeping bus (nocturno) hasta Phong Nha.
  • Día 9: visita al parque natural y las cuevas de Phong Nha .
  • Día 10: minibús (turístico) que nos lleva a Hue, haciendo parada en la zona desmilitarizada y en los túneles de Vinh Moc – Hue - visitamos la Ciudad Imperial de Hue.
  • Día 11: Hue y alrededores – vamos a Hoi An en sleeping bus (por la tarde) – recorremos la ciudad antigua de Hoi An.
  • Día 12: Hoi An: recorremos la ciudad antigua y nos hacemos un traje/vestido.
  • Día 13: vamos a My Son (ruta contratada desde Hoi An) – regresamos a la ciudad antigua de Hoi An.
  • Día 14: ruta en bicicleta por los alrededores de Hoi An – ciudad antigua de Hoi An.
  • Día 15: minivan al aeropuerto de Da Nang – vuelo de Da Nang a Ho Chi Minh y de allí a Phu Quoc – tarde en el hotel/resort.
  • Día 16: alquilamos moto para ir a Sao Beach – atardecer en el resort.
  • Día 17: masaje en el spa del resort – descansar (¡llueve!) – mercado nocturno de Duong Dong.
  • Día 18: vuelo a Ho Chi Minh – intento de conocer la ciudad – tarde y noche en el WC del hotel (literalmente, sí).
  • Día 19: madrugamos para recorrer Ho Chi Minh – vamos al aeropuerto – viaje de regreso (Ho Chi Minh – Guangzhou – Ámsterdam – Madrid).

Pasear en barca por el río, en Tam Coc, uno de los días más bonitos del viaje.

Pronto, en el blog, toda la ruta detallada día por día :)

martes, 20 de diciembre de 2016

Viaje a Vietnam. Los preparativos.

En el aeropuerto, antes de emprender el viaje. Con botas y mochila, por supuesto.

Nuestro primer GRAN VIAJE juntos. Sí, en mayúsculas. Nada más y nada menos que 20 días en los que poder hacer lo que más nos gusta: viajar. Y, sobre todo, viajar juntos.
Y qué mejor opción que desplazarnos al sudeste asiático, esa gran región, paraíso para los mochileros, que ambos habíamos descubierto en nuestro viaje (por separado) a Tailandia hace unos pocos años.
¿Por qué Vietnam? Sin duda, este país es uno de los destinos más en boga en los últimos tiempos; ya que combina a la perfección una historia interesante, paisajes hermosos, buena comida y gente encantadora. 

UN POCO SOBRE VIETNAM


Oficialmente conocida como República Socialista de Vietnam, se trata de una estrecha franja de tierra en el sudeste asiático, que limita al este con el Mar Oriental y el Océano Pacífico y que hace frontera con China, Camboya y Laos al oeste.

 
Vietnam en el mapamundi. Imagen de wikipedia.
Se trata de un país fundamentalmente boscoso y bastante montañoso, con dos llanuras principales (el delta del río Rojo y el delta del Mekong). Asimismo, posee más de 3000 kilómetros de costa, ofreciendo islas y bahías de una belleza extraordinaria.
El clima en Vietnam es tropical y monzónico, con lluvias abundantes (y posibilidad de tifones) en el periodo de mayo a octubre. Marzo, abril, noviembre y diciembre son, generalmente, los mejores meses para visitar el país (aunque en la zona central puede haber lluvias).
La historia de Vietnam ha sido, sin duda, trepidante. Dinastías chinas durante más de un milenio, dinastías vietnamitas que condujeron al país a una época de gran esplendor, la colonización francesa, la ocupación por Japón, la famosa guerra con EEUU durante 20 años… Merece la pena leer sobre todo ello puesto toda esa historia explica en gran medida el Vietnam de hoy en día.
Desde 1975, al finalizar la guerra, Vietnam es un país independiente que se ha abierto progresivamente al exterior y que, actualmente, es un destino turístico al alza.
 
Bahía de Halong, uno de los enclaves más conocidos de Vietnam.
 

LOS PREPARATIVOS

Vuelo: no existe vuelo directo desde España a Vietnam. En nuestro caso, la ida fue Madrid – París – Guangzhou – Hanoi  y la vuelta Ho Chi Minh – Guangzhou – Ámsterdam –Madrid. Encontramos el vuelo en Skyscanner, como siempre. 

Vacunas/salud: no existe ninguna vacuna obligatoria, aunque se recomiendan las de la fiebre tifoidea y hepatitis A (además del calendario vacunal habitual correcto).  Con respecto a la malaria, se recomienda siempre loción antimosquitos y únicamente tratamiento profiláctico con atovacuona-proguanil (Malarone) si viajamos a zonas rurales.

Época del año para viajar:uno de los motivos por los que elegimos Vietnam fue que, en el mes en que podíamos coger vacaciones, allí el clima era apropiado. Fuera de la época de lluvias (mayo-octubre), aunque quizá algo de frío (en Sapa tuvimos niebla y temperaturas invernales). A pesar de ello, en la zona de Hue y Hoi An no nos libramos de mojarnos un poco.
 
Motos bien cargadas, en las siempre ajetreadas calles de Hanoi.
Documentación: para hacer una sola entrada a Vietnam y estar en el país menos de 15 días, los ciudadanos españoles no requieren visado (únicamente pasaporte en vigor con al menos 6 meses de validez desde la fecha de entrada a Vietnam). En caso de que hagamos múltiples entradas o estemos más de 15 días, debemos solicitar visado, como fue nuestro caso. Éste se puede obtener bien en la embajada vietnamita en Madrid o bien mediante agencias online (OJO, mediante estas agencias solo se puede tramitar el visado si se llega a Vietnam en avión; para entradas por tierra hay que contactar con la embajada).
Nosotros lo hicimos en la web www.vietnam-visa.comy nos resultó fácil y rápido (nos costó 36,5$ por los dos visados de turista, con una sola entrada al país).  Tras rellenar los formularios por internet y efectuar el pago, a los 2-3 días nos llegó un correo electrónico con un pdf que tuvimos que imprimir y rellenarlo a mano. Necesario llevar 2-3 fotos de DNI/pasaporte para adjuntar al documento, aunque solo nos pidieron una. A la llegada al aeropuerto de Hanoi, antes del control de pasaportes, debemos entregar dicho documento y pagar 25$ por persona. El trámite en el aeropuerto dura unos 10-15 minutos.

Dinero: la moneda vietnamita es el dong. Cuando fuimos el cambio estaba en torno a 1€ = 24000 dongs. En los bancos aceptan para cambiar tanto euros como dólares. En algunos de los sitios más turísticos (y algunos hoteles) aceptan dólares. Es importante llevar algunos dólares al inicio del viaje, puesto que para pagar el visado al llegar al aeropuerto debemos pagar en esta divisa.


Farolillos de colores en las calles de Hoi An, la ciudad que nos enamoró.

Seguro: contratamos un seguro estándar de IATI, que nos costó 56,44 € a cada uno (teníamos un 5% de descuento por haberlo contratado a través de algún blog de viajes). 

Ropa y material:
  •  Mochila grande (55 litros mínimo, mejor llevar hueco vacío que el país incita a las compras).
  • Mochila pequeña (25-30 litros).
  •  Ropa interior.
  • Camisetas.
  • Pantalones largos (buena opción los “transformables”).
  • Pantalones cortos.
  • Pantalón largo ancho traído de Tailandia (pijama/paseo/relax).
  • Chubasquero.
  • Cortavientos/chaqueta que abriguen bastante (ojo, en Sapa hace frío).
  • Chanclas ducha/playa.
  • Sandalias.
  • Botas trekking.
  •  Bañador.
  • Toalla súper absorbente.
  • Gafas de sol (¡qué necesarias fueron a nuestra llegada a Sao Beach, en Phu Quoc!)
  • Frontal.
  •  Botiquín (con antibióticos, Malarone y demás…)
  •  Móvil y cargador.
  • Cámara de fotos, batería de repuesto, trípode y cargador.
  • Paraguas (nos reíamos pero… ¡anda que no le dimos uso!)
  • Crema solar, repelente de mosquitos.
  • Bolsa ropa sucia.
  • Neceser (con lo básico).
  •  Pen USB (nunca está de más tener una copia de seguridad de las fotos de la cámara…)
  • Libreta/diario y bolígrafos.
  • Pequeña bolsa plegable e impermeable multifunción (¡lo bien que nos vino!).
  •  Monedero oculto, tipo cinturón (nuestra queridísima riñonauer).
  •  Pasaporte, copia del seguro, billetes de avión, papeles del visado.
  • Papeles de reserva de alojamientos.
Esto fue, básicamente, todo lo que tuvimos en cuenta antes de comenzar el viaje. Pronto, en el blog, nuestras primeras impresiones y la ruta realizada.

Sentados en la ciudadela imperial de Hue.
 Más info en: