viernes, 30 de diciembre de 2016

Nuestra carta al 2016

Querido 2016,
Llegaste una noche invernal, fría y gris. Recuerdo perfectamente cómo te recibimos. Viajando, como no podía ser de otra manera. Celebrando esa mágica cuenta atrás tanto en la luminosa Times Square de Nueva York como en la puerta de un hostel en Copenhague. Separados por más de 6000 kilómetros, sin apenas conocer nada el uno del otro.
Continuaste frío y gris hasta una tarde de abril en que, por azares de la vida, nuestros caminos se cruzaron. Esas botas que habían recorrido por separado miles de kilómetros por el mundo, dieron sus primeros pasos juntos por la Sierra de Guara una tarde de primavera. 
Dolmen de la losa mora, en las proximidades de Rodellar (prepirineo aragonés).
Poco después decidimos acompasar nuestros pasos y seguir caminando juntos, ser compañeros de viaje. De este gran viaje que es la vida.
Paseo de las pajaritas, en el Parque Miguel Servet de Huesca.
Pronto, 2016, nos ofreciste una primavera cálida y un verano radiante. Nosotros aprovechamos para hacer juntos, por primera vez, lo que más nos gusta. Tomamos ese avión que nos llevó a las alturas de Chamonix y a los verdes paisajes suizos.
El Mont Blanc, techo de europa, desde la cima de la Punta Helbronner. Viaje a Chamonix y Suiza.
Aprovechando el buen tiempo que nos regalaste, subimos montañas en el Pirineo y nos bañamos en las cálidas aguas del Mediterráneo.
Macizo de las Maladetas, desde unos metros antes de la cima de la Tuca de Salvaguardia.
Risas al atardecer en el Cap de Creus (Girona).
En octubre uno de nosotros dio sus primeros pasos por África, mientras el otro descubría tierras de volcanes e historia. A pesar de la distancia, esos viajes nos unieron todavía más.
Atardecer con los pescadores, en la playa de Tanji (Gambia)
Disfrutando del paisaje en Positano, en la costa amalfitana.
También conocimos importantes ciudades de tres culturas, y exóticos templos budistas al lado de casa.
Nuestro viaje más cultural, en octubre, a Toledo.
Entrada al templo budista de Panillo, en el Pirineo Aragonés.
Decidiste, 2016, traer el otoño y pintar tu cara de amarillos, naranjas y marrones. Fueron días de kilómetros y, en ocasiones, semanas de alejamiento. Barcelona y Barbastro, Barbastro y Barcelona. Horas y horas de autobús que aprovechamos para planificar nuevos lugares que recorrer juntos. Chile, Argentina, Bolivia, Panamá, Cuba, Laos… una lista interminable de aventuras que teníamos en mente.
Finalmente, Vietnam fue el elegido. 20 días de botas y mochila por tierras del sudeste asiático, compartiendo paisajes, vivencias y sonrisas. El mejor viaje de nuestras vidas.
Magnífico paisaje en Tam Coc.
Paseando por Cat Cat, una aldea cerca de Sapa.

Súper felices en la bahía de Halong.
Ahora toca despedirte. Hemos querido aprovechar estas últimas horas contigo para echar la vista atrás y recordar los maravillosos momentos que nos has ofrecido.
Gracias, 2016, por todo.  Estamos seguros de que siempre te recordaremos con alegría. El año en el que comenzamos a caminar juntos, el año que lo cambió todo. 
Que no falte la sonrisa :)

Te echaremos de menos, amigo. Un abrazo fuerte.
Pedro y Paula.


…y lo mejor del camino está todavía por recorrer…

1 comentario:

  1. Muy buenas pareja! Qué tal la vuelta!? Os escribimos para anunciaros que os hemos nominado para los Liebster Awards! Si quereis saber de qué se trata pasaros por la página! :) Un abrazo! https://rumboalasantipodas.com/2017/05/04/liebster-awards/

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