martes, 30 de agosto de 2016

Pico Bachimala (3177 m), desde el Refugio de Biadós.

Descripción del ascenso al Pico Bachimala, conocido en algunos mapas como Pico Schrader. Tresmil carismático, sencillo, en lo más profundo del bello Valle de Chistau.Espectaculares vistas al Posets y resto de tresmiles de la zona.

FECHA: 30 de julio de 2016
ITINERARIO: Refugio Biadós – Cabaña d’el Sarrau – Paso de la Gatera o Señal de Biadós – Pala oeste – Bachimala – Pala oeste – Paso de la Gatera o Señal de Biadós – Cabaña d’el Sarrau – Refugio de Biadós
ALTITUD MÍNIMA Y MÁXIMA: 1700m (aparcamiento antes del Refugio de Biadós); 3177m (cima Pico Bachimala).
DESNIVEL ACUMULADO: 1643 metros positivos.
DISTANCIA: 14,24 kilómetros.
DURACIÓN:
–    30 minutos a la Cabaña d’el Sarrau.
–    1 hora y 40 minutos al Paso de la Gatera (10 minutos de descanso).
–    2 horas y 35 minutos al inicio de la pedrera de la pala oeste.
–    3 horas y 30 minutos a cima (descanso 15 minutos).
–    5 horas y 10 minutos al Paso de la Gatera (5 minutos  de descanso).
–    6 horas y 35 minutos al Refugio de Biadós.
DIFICULTAD:
-     Desnivel potente, con una última pala dura.
-    La cresta final es algo aérea, nos podemos ayudar con las manos, pero se supera sin mayor dificultad (mayor precaución si lluvia/nieve o viento fuerte).

CLIMATOLOGÍA: sol y calor. En cima viento moderado.
ATENCIÓN:
-    A los 15-20 minutos del inicio llegamos a un prado donde nos podemos desviar, al oeste, hacia el refugio de Tabernés. Nosotros en ese lugar debemos continuar hacia el nordeste (no señalizado mediante cartel).
-    Al llegar a la cota 2700, más o menos donde los heleros del Bachimala, veremos enfrente el acceso hacia la última pala (larga pedrera). Destacan dos caminos: el de más a la izquierda es más sencillo que el que sube más a la derecha (algo más vertical, requiere ayuda de manos).
-    Cresta aérea aunque bastante ancha. Precaución.

Vistas desde la cima. En primer plano la Punta del Sabre, al fondo el Macizo de Llardana/Posets.
Fin de semana libre para subir al monte. Esta vez en soledad. Con sus ventajas (a mi ritmo, pensando en mis cosas, disfrutando del paisaje, parando a tomar cientos de fotografías), pero también con sus inconvenientes. Decido realizar una ruta que sepa que va a ser frecuentada por más montañeros, “por si me pasara algo”.
Me decanto por el Bachimala, también conocido como Pico Schrader. Un tresmil. Pero no uno cualquiera, sino la cumbre más alta del macizo homónimo, el que será mi tresmil más alto. El octavo de mi lista de tresmiles.
Tomo el coche a las 05:00 en dirección al Val de Chistau. Una vez atravesado Plan y, posteriormente, San Chuan de Plan, en una pronunciada curva a izquierdas veo el desvío que se dirige hacia el Refugio de Biadós.
Son unos 10-12 kilómetros de pista en buenas condiciones, aunque estrecha. Iremos, pues, con cuidado.
Dada la masiva afluencia de montañeros en esta época, me toca aparcar a unos 200 metros del refugio. Como algo, me hidrato e inicio la marcha por una senda que, en menos de 5 minutos, me deja en el conocido refugio.
Empieza a amanecer en este bucólico lugar. Las bordas de Biadós, el macizo de Posets/Llardana, los Eristes…Estampa de postal.
El camino inicia detrás del refugio, por un cartel señalizador (Plano de Tabernés, Pico Bachimala, Pico Señal de Biadós). En un primer momento asciende mediante lazadas, con fuerte pendiente, por el bosque de pinos.
Refugio de Biadós. El camino surge a la izquierda, al fondo.

Inicio de la senda, bien señalizada. Caminaré en solitario a estas horas de la mañana.
A los 15-20 minutos llegamos a un pequeño claro donde vemos un cartel indicador. Hacia la izquierda, hacia el Refugio de Tabernés. Pese a no estar señalizado, nosotros tomamos el camino que se dirige hacia el norte, donde vemos, al fondo, al pico Bachimala, nuestro objetivo del día.
A partir de este momento el entorno se transforma. Abandonamos el bosque para continuar por suaves laderas herbosas, donde avanzamos con comodidad. Dejaremos a nuestra izquierda la Cabaña d’el Sarrau y continuaremos trazando una amplia línea curva por la loma herbosa que se dirige hacia el Paso de la Gatera, también conocido como Señal de Biadós.
Conforme ganamos altura las vistas se van ampliando, los rayos del sol empiezan a iluminar tímidamente el fondo del valle. A nuestro alrededor comienzan a emerger los grandes colosos de la zona: Eristes, Posets/Llardana, Espadas, Culfredas…Tampoco apartamos la vista de la cresta que se alza a nuestro alrededor, y que conecta la Punta del Sabre con el Pico Bachimala.
Pequeño prado en el que puede haber confusión. Debemos tomar la senda de la derecha, hacia el Bachimala.
Amplias lomas herbosas, siempre en ascenso, que nos llevarán a la Señal de Biadós.
A la hora y media de camino aproximadamente, el camino se desvía ligeramente a la izquierda para flanquear el Pico de la Señal de Biadós, que dejamos a nuestra derecha. Descendemos unos metros en este tramo, pudiendo elegir 2 o 3 variantes de senda. No obstante, todas ellas nos depositan, apenas 5 minutos después en el Paso de la Gatera o Señal de Biadós (2538 m).
En este punto, a pesar de que sopla algo el viento, me detengo durante unos breves minutos para comer algo y reponer energía. 
Pequeño tramo de descenso, rodeando el Pico Señal de Biadós.
Decido continuar la ruta, que ahora vuelve a ganar pendiente, en dirección noroeste. En estos primeros metros la señalización (mojones) es algo escasa y confusa, pero un poco más arriba vemos una clara senda, hacia la cual nos dirigiremos. 
Senda que parte de la Señal de Biadós. No demasiado indicada al inicio, posteriormente más evidente.
Dejamos la cresta a nuestra derecha, en la que destaca la Punta del Sabre (3136 m), llaneando durante unos minutos, en dirección a una hondonada donde todavía perduran restos de nieve, bajo las inmensas paredes del Bachimala.
Llegamos a un pequeño collado, donde se une la senda que asciende desde el Refugio de Tabernés.
Al frente vemos dos trazas diferentes de senda que  ascienden por un terreno rocoso.
En este collado podemos escoger dos opciones: la primera (más fácil, aunque da un pequeño rodeo) se dirige hacia la izquierda primero descendiendo un poco para luego ganar altura pegado a una repisa de piedra; la segunda (algo más compleja y vertical, requerirá más adelante apoyo de manos), se dirige en un primer momento hacia la derecha para posteriormente ascender más directamente hacia la pala final al Bachimala. Ambas opciones resultan válidas, aunque la primera es, sin duda, cómoda y fácil.
Tomamos, pues, la senda que recorre la ladera un poquito más abajo, y que asciende progresivamente por un terreno pedregoso en dirección noroeste para, posteriormente, virar al este.
En este punto vemos las dos opciones. 1) Algo más larga pero más suave, fácil y cómoda. 2) Más directa y vertical (unos montañeros que ascendieron por allí me dijeron que era terreno bastante descompuesto y requería ayuda de las manos). La opción 1 es muy simple (recomendada).
Subimos por el desvío de la izquierda (opción 1 de la foto anterior). Aunque de fuerte pendiente, sencilla y sin pasos complicados.
Nos hallamos casi a 2800 metros de altitud, y ya vemos al fondo, la cima del Bachimala. Nos separan unos 400 metros de desnivel, que debemos recorrer por un terreno pedregoso aunque de cómodo ascenso puesto que se trata de un camino muy frecuentado. La pendiente en todo momento es bastante dura; si a ello le sumamos la considerable altitud, el esfuerzo es notable y nos lleva a realizar este último tramo a menos ritmo.
Mientras ascendemos vamos ganando una amplia panorámica a nuestras espaldas: Punta Suelza, Punta Fulsa, los tresmiles de Ordesa…
Larga y dura pala final al Bachimala. Se hace larga, sí.
Cuando llevamos aproximadamente 3 horas y 15 minutos de camino llegamos a la cresta previa a la cima. No es especialmente difícil y es relativamente ancha, pero exige que prestemos mucha atención, ya que la caída a ambos lados es notable.
Dejo la mochila y los palos justo antes de comenzarla, para hacer este tramos lo más cómodo y sencillo posible, puesto que en varios momentos nos ayudaremos de las manos para ganar en seguridad.
Cresta final al Bachimala. Aunque aérea, bastante ancha. No reviste excesiva dificultad pero requiere precaución.
Por fin, tras 3 horas y media de duro ascenso, la cumbre. 3177 metros. Mi octavo tresmil.
El sol luce radiante, acompañado de un ligero viento. Día sin nubes que permite contemplar el espectacular paisaje que nos rodea.
Hacia el oeste los Culfredas, Punta Suelza, Punta Fulsa, Monte Perdido, Robiñera, La Munia, el macizo del Vignemale…
Hacia el norte, en primer plano, la afilada arista que nos puede conducir al resto de tresmiles del macizo: Abeillé, Ledormeur, etc…
En dirección sudeste vemos, en primer plano, las escasas decenas de metros que nos separan de la Punta del Sabre. Tras él, el majestuoso Posets/Llardana, techo de la Val de Chistau, siempre escoltado por Veteranos, Gemelos, Espadas…Algo más al fondo, los Eristes.
Aprovecho en la cima para descansar unos minutos, hacer las fotos de rigor y conocer a un simpático argentino (Ricardo), que con 67 años se encuentra en la cima. Veterano montañero, en sus años jóvenes llegó a ascender el Aconcagua por su cara sur.
Vista hacia los Culfredas. Futuro objetivo, posiblemente.
Ibones de Bachimaña, a nuestros pies.
Impresionante Posets/Llardana. Debajo, el Glaciar de Lardana, mostrando ya algo de hielo.
En la lejanía, los Eristes.
El viento comienza a soplar algo más fuerte, por lo que decidimos reiniciar el descenso conjuntamente.
Precaución en el regreso por la cresta final. Una vez superado este tramo complicado, nos dejamos llevar por la fuerza de la gravedad en el descenso por la larga pedrera, siguiendo la evidente senda.
Caminamos juntos hasta el punto en el que la senda se desvía hacia el Refugio de Tabernés, donde mi despido de mi temporal compañero de ruta.
Descendiendo vemos, al fondo a la izquierda, Cotiella. Más a la derecha Punta Suelza y Punta Fulsa.
Llegamos de nuevo a la Señal de Biadós, sobre la que se alza imponente la Peña L'Isabre.
Yo prosigo por el mismo camino por el que había venido, con la idea de llegar de nuevo a la Señal de Biadós. Sin embargo, cuando estoy en ese punto veo que el camino de ascenso ha sido ligeramente distinto al del descenso en este punto (he bajado unas decenas de metros más al este). Ambas opciones son sencillas y están señalizadas por mojones, así que sin problema. No obstante, la opción que realicé para subir parece más cómoda.
Una vez llegado al Paso de la Gatera/Señal de Biadós me detengo brevemente a comer algo y decido reemprender la marcha, exactamente por el camino de ida.
Detalle del camino que rodea al Pico Señal de Biadós. Ahora, de regreso, nos toca ascender unos cuantos metros.
Vista atrás. Se observa la pala final a la cima del Bachimala.
De aquí hasta el coche el terreno es más cómodo y lo realizo a muy buen ritmo puesto que sobre la zona del Posets veo nubes de rápido crecimiento vertical que posiblemente se transformen en tormenta más tarde. 
Cabaña d'el Sarrau.
Enorme paisaje, en el que destaca el Macizo de Llardana/Posets.
Las siempre reconocibles Bordas de Biadós.
Por fin de vuelta en el Refugio de Biadós.
Escala MIDE de dificultad de la ruta.

Perfil del camino realizado.
Ruta realizada.
Ruta realizada según el reloj GPS.
Finalmente, llego al coche tras poco más de 6 horas y media de ruta.
En resumen, el Bachimala es un mirador excepcional, tresmil con “peso” pero sin grandes dificultades (únicamente precaución en la cresta). Lo repetiremos, sin duda, en alguna otra ocasión.


sábado, 27 de agosto de 2016

Grand Balcon Nord, de Plan de l'Aiguille a Montenvers (Alpes)



FECHA: 13 de agosto de 2016
ITINERARIO: Ruta Grand Balcon Nord: Plan de l’Aiguille – Signal de Forbes – Montenvers Mer de Glace
ALTITUD MÍNIMA Y MÁXIMA: 1913 metros (Montenvers); 2317 metros (Plan de l’Aiguille).
DESNIVEL ACUMULADO: Ascenso 213 metros, descenso 590 metros.
DISTANCIA: 6,78 kilómetros.
DURACIÓN:
–    1 hora y 45 minutos a la Signal de Forbes (35 minutos de descanso).
–    2 horas y 45 minutos a Montenvers.
DIFICULTAD:
-    Ruta muy sencilla, para todos los públicos. Siempre muy transitada (incluso en exceso).
-    Únicamente presenta algo de desnivel positivo en el ascenso a la Signal de Forbes.
CLIMATOLOGÍA: día muy soleado y temperatura agradable.
ATENCIÓN:
-    Sin dificultades reseñables en verano. Con nieve posiblemente la cosa cambie.
-    Transitadísima, llega a ser agobiante.
-    Las vistas son espectaculares en todo momento, pero sobre todo al llegar a la Signal de Forbes.

Puente del 15 de agosto, decidimos realizar una escapada de 3 días, volando  a Ginebra y allí alquilando un coche para llegar a Chamonix. Pasamos una jornada entera en Chamonix, subiendo al teleférico de l’Aiguille du Midi y posteriormente el “Mont Blanc Panoramic”, que se dirige desde l’Aiguille du Midi (a 3842 metros de altitud) a la Punta Helbronner, en Italia (a 3466 metros). Ver más info.
El teleférico de regreso desde l’Aiguille du Midi lo tomamos sólo hasta el punto intermedio, el Plan de l’Aiguille, situado a 2317 metros de altitud.
En este punto, abarrotado de turistas, senderistas y montañeros, comenzaremos la ruta. Hay un bar con unas vistas estupendas a l’Aiguille du Midi, la verdad es que apetece sentarse a tomar una cerveza.

Caminar vs cerveza, qué difícil elección.
Nosotros nos disponemos a realizar la ruta conocida como Grand Balcon Nord, que nos lleva desde Plan de l’Aiguille a la estación de tren de Montenvers, situada junto al glaciar más grande de Francia: la Mer de Glace (mar de hielo).
En morado, la ruta realizada.
Ruta según el GPS.
Perfil de la ruta.
Escala MIDE de dificultad. Fácil, fácil...

El camino comienza con un suave descenso por una senda bien marcada, con un gran panel indicador. Vemos a numerosas personas, de toda condición física, edad, equipación y simpatía, que llegan a Plan de l’Aiguille como destino final de su ruta.

Inicio de la ruta, bien señalizado. Todo el camino dispone de frecuentes carteles indicadores.
Nos detenemos constantemente a tomar fotografías, puesto que el paisaje es increíble. A nuestras espaldas vemos el teleférico que sube a l’Aiguille du Midi. A su izquierda el Glacier des Pélerins, y más a la izquierda numerosas y verticales agujas (Aiguille du Peine, Aiguille des Pélerins, Aiguille de Blaitiere…).
En unos 15 minutos llegamos al refugio de Plan de l’Aiguille, en el que existe una bonita terraza con bar/restaurante y unas vistas espectaculares al valle de Chamonix, Aiguille du Midi y Glacier des Bossons, entre otros.
Inicio de la senda, con una buena panorámica.
Estación de teleférico de Plan de l'Aiguille. Se ve el segundo tramo de teleférico, hacia la Aiguille du Midi (3842 m).
Refugio de Plan de l'Aiguille.
¿Apetece tomar algo? Al fondo, las casas de Chamonix.
Allí existe un cruce de caminos, pudiendo desviarnos hacia Chamonix. Nosotros, sin embargo, seguimos en dirección a Montenvers Mer de Glace.
El camino transcurre ahora a media ladera, descendiendo suavemente y atravesando pequeños riachuelos que provienen de los glaciares. En todo momento, a nuestra izquierda, el valle de Chamonix, unos 1000 metros más abajo. A nuestra derecha, imponentes montañas nevadas, rozando el cielo.
La senda, como hemos dicho, no tiene pérdida, puesto que aparte de estar muy bien conservada, tiene carteles indicadores bastante frecuentes. Además, siendo sábado y en verano, está transitadísima (excesivamente, se podría decir).
El camino transcurre a media ladera, en un terreno abierto (pulsar para ampliar).

Espectaculares agujas a nuestra derecha.

Vista atrás. Grandioso.

El Glacier de Baltière se abre paso entre las afiladas agujas.

Precioso paisaje alpino.

Enormes glaciares.

La senda serpentea a media ladera, en un entorno idílico.
Cuando llevamos 1 hora y 20 minutos de camino, encontramos un desvío a través de cuyos dos ramales podemos llegar a Montenvers. En uno de ellos pone “recomendado”. Nosotros hacemos caso, así que tomamos el desvío de la derecha. (Como después veremos, este es mucho mejor porque asciende a la Signal de Forbes, con unas panorámicas de los valles mucho mejores que el otro desvío).
El camino comienza a ascender con pendiente notable, realizando varias lazadas por un terreno algo arbolado. Nos dirigimos hacia el collado de la Signal de Forbes.
Al terminar este tramo arbolado llegamos a una zona de pequeños bloques de piedra, dirigiéndonos hacia el este, con la magnífica e imponente silueta de Les Drus al fondo, tapada a ratos por las nubes. Se trata, posiblemente, de una de las estampas más relevantes del camino.
Recomendamos tomar el desvío de la derecha ("Itinerarire conseillé").

Amplio valle.

Último tramo de ascenso, por pequeños bloques de piedra.
Les Drus, tapada en partes por las nubes. Ambiente de altísima montaña.

El camino vira ligeramente a la derecha, en ascenso, para llegar por fin a la Signal de Forbes (2198 metros de altitud) cuando llevamos poco más de 5 kilómetros de ruta (1 hora y 50 minutos).
En este punto nos detenemos a comer y, sobre todo, a disfrutar del inmenso paisaje.
Tenemos justo debajo al glaciar más grande de Francia, la Mer de Glace. Aunque en claro retroceso, todavía tiene una longitud de 7 km, una superficie de 35 km2 y más de 200 metros de espesor en algunas zonas. Realmente increíble, aunque viendo las marcas en la montaña del espesor que tuvo anteriormente, el retroceso es impresionante.
Detrás del glaciar, al fondo, vemos numerosas montañas, entre las que destacan las Grandes Jorasses (4208 metros), Dôme de Rochefort (4015 m), Dent du Géant (4013 m), Aiguille de la République (3305 m) y Aiguille des Grands Charmoz (3445 metros).
Contemplamos el paisaje durante más de media hora, tomando numerosas fotos y pensando que, probablemente, sea uno de los lugares más bellos en los que hemos estado.
Signal de Forbes, a 2204 metros de altitud, según el cartel indicador.

Aiguille de la République y Aiguille des Grands Charmoz (3445 m). Tapada por las nubes está la Aiguille de Blaitière.

Reconocemos, entre otras a  las Grandes Jorasses (4208m), Dôme du Rochefort (4015 m) y  Dent du Géant (4013 m). En primer plano la Mer de Glace.
Decidimos reemprender la marcha, que ahora ya continúa en franco descenso hasta la pequeña estación de tren de Montenvers (situada a 1913 metros de altitud), a la cual llegamos tras algo más de 2 horas y 40 minutos de marcha, contando paradas.
En la estación de tren disponemos de bar, restaurante, baños, etc… También hay numerosísimos turistas que aprovechan la facilidad de montar en el tren cremallera que parte de Chamonix y les acerca a este paisaje de ensueño. Desde la estación la vista del glaciar y el valle también es espectacular.
Además, si disponemos de tiempo de sobra (no fue nuestro caso), podemos o bien tomar un pequeño teleférico o bien caminar durante aproximadamente media hora más para llegar a los hielos del glaciar y visitar una gruta construida dentro del mismo.
Nosotros, sin embargo, únicamente tomamos el tren cremallera que nos deja en Chamonix tras un agradable paseo de unos 20 minutos.
Tramo de descenso desde la Signal de Forbes hacia Montenvers.

Llegando a Montenvers.

Bellísima panorámica la que tenemos desde la zona de la estación de tren.
En conclusión, se trata de una ruta fácil, breve y con unas vistas espectaculares, apta para cualquier persona con un mínimo de preparación física. Recomendadísima.