domingo, 5 de marzo de 2017

Escala en Dubái. Tenemos 6 horas... ¿qué hacer?

Objetivo conseguido: posar delante del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa (828 metros).
Como todos sabéis, muchos de los vuelos que vayamos a tomar desde Europa para viajar al sudeste asiático o incluso a Oceanía hacen habitualmente sus escalas en Dubái. Esto se debe, sobre todo, a que la aerolínea Emirates tiene su hub principal en dicho emirato.
Desde los años 80 el país ha crecido exponencialmente, con un desarrollo urbanístico inimaginable surgido gracias al petróleo. Sin embargo, en los últimos años el peso relativo del petróleo en la economía de Dubái ha disminuido mientras que el turismo y el sector servicios se han disparado. Prueba de ello es que el Dubai Mall, el centro comercial más grande del mundo, es también el edificio más visitado (más de 80 millones de personas en el año 2015), superando incluso a la ciudad de Nueva York.
Generalmente tendremos escalas de apenas un par de horas en Dubái, en las que nos conformaremos con pasear por el lujoso aeropuerto y echar un vistazo a las carísimas tiendas de los duty free, en los que en ocasiones sortean coches de lujo (sí, sí, los petrodólares, ya sabéis…).
Detalle del interior del Dubai Mall, perfectamente decorado y ambientado.
Pero cuando buscamos y rebuscamos por internet para encontrar grandes ofertas, a veces estamos obligados a hacer escalas bastante más largas que nos invitan a plantearnos numerosas preguntas. Vamos a tratar de resolver algunas de ellas:
1) ¿Puedo salir del aeropuerto a hacer una visita rápida a Dubái?
Sí, actualmente se puede salir del aeropuerto de Dubái y hacer una visita a la ciudad únicamente con el pasaporte (esto aplica para ciudadanos del estado español; para ver otros países se puede consultar la web http://www.visitdubai.com/es/travel-planning/travel-tools/visa-and-entry-information ). Para otras nacionalidades pueden solicitar visado.
2) ¿Tengo suficiente con 6 horas?
Sí, pensamos que con un mínimo de 5-6 horas ya puede ser suficiente para echar un vistacillo a este exótico país. Y, claro, cuantas más horas tengamos más en profundidad lo podremos conocer.
3) ¿Cómo de altísimo es el Burj Khalifa?
Alto. Altísimo. Flipante, la verdad.
4) ¿Cómo hago para llegar a los sitios más turísticos?
Sin lugar a dudas el método más rápido y barato es el metro. Dubái es una ciudad enorme en la que las distancias son tremendas, por lo que moverse caminando es una utopía. Actualmente podemos coger metro en la misma terminal del aeropuerto y llegar al Burj Khalifa sin necesidad de transbordo. Más abajo os contamos esto con detalle. Otra opción es el taxi, relativamente barato y bastante rápido.
5) Y si me quedo en el aeropuerto… ¿me aburriré infinito?
Bueno, el aeropuerto de Dubái es inmenso y tiene multitud de tiendas, restaurantes, etc… Comparado con otros es mucho más entretenido. Pero si tienes 6 horas libres… ¿por qué no te animas y te acercas a conocer la ciudad? En cualquier caso, si te quedas en el aeropuerto y te vence el jet-lag ¡existen algunos sillones reclinados que permiten dormir de maravilla!
Vista del centro financiero de Dubái, desde el primer vagón del metro.
Nuestras 6 horas en Dubái. ¿Cómo moverse y qué visitar?
Nosotros aterrizamos en el aeropuerto de Dubái, en un vuelo desde Sri Lanka, a las 08:40. Tenemos 6 horas exactas y decidimos (improvisando) salir a conocer el país. No habíamos pensado en esto, así que va a surgir todo sobre la marcha. Como luego veremos, no pudimos optimizar el tiempo que teníamos, así que pensamos que esta entrada puede ser muy útil para los que penséis en escaparos a dar una pequeña vuelta por la ciudad.
Bajamos del avión y nos dirigimos hasta la zona del control de inmigración. Como no necesitamos visado hacemos la cola, mostramos nuestro pasaporte y enseguida entramos en territorio dubaití.
El aeropuerto es enorme pero está perfectamente indicado, así que seguimos las señales que nos llevan al metro. No necesitamos cambiar dinero, puesto que las máquinas aceptan tarjetas de crédito. Debemos comprar el billete de dos zonas, que nos cuesta 8 dirhams (2€).
El aeropuerto de Dubái es inmenso, pero perfectamente indicado.
Tenemos que montar en la línea roja en dirección a UAE Exchange, y bajarnos en la parada de Burj Khalifa/Dubai Mall, lo cual nos cuesta unos 20-25 minutos. En el metro viajan personas de todas las nacionalidades; y hay que tener en cuenta que hay algunos vagones únicamente para mujeres, lo que se respeta estrictamente y puede haber multas a los hombres que entren. También llama la atención que el metro es completamente autónomo (no hay conductor).
El trayecto, en su mayor parte, va por la superficie, lo que nos permite tener unas excelentes vistas de la ciudad. Viajamos entre edificios enormes, de grandes cristaleras y tonalidades azules y plateadas, lo que confiere a la ciudad un aspecto futurista.
Vagón exclusivo para mujeres. Al fondo, los espectaculares rascacielos de Dubái.
Mapa del metro de Dubai. Sacado de aquí.
Una vez llegamos a la parada del metro salimos al exterior, por la calle, y nos dirigimos hacia el fabuloso Burj Khalifa, que con sus 828 metros de altura es el edificio más alto del mundo. No tiene pérdida ir hacia allí. Sin embargo, una vez llegamos a sus pies no encontramos la manera de entrar para poder ascender a sus miradores.
Rascacielos de aspecto futurista.

Paseando por las calles de Dubái.

Reflejos.
Por ello, afortunadamente, decidimos ir al Dubai Mall. Se trata del centro comercial más visitado y más grande del mundo, lo cual comprobamos enseguida. Pasillos interminables, con centenares de lujosas tiendas. Varias plantas en las que, además de tiendas y restaurantes, podemos encontrar una pista de hielo, un centro médico de lujo y un enorme acuario.
Paseamos boquiabiertos admirando todos los detalles del centro comercial. Visitamos la zona conocida “TheVillage”, así como el zoco; e incluso nos tomamos una fotografía con un enorme esqueleto de dinosaurio que decora uno de los pasillos. Nos parece increíble.
Dentro del Dubai Mall se encuentra la entrada a los ascensores para acceder a los miradores del edificio Burj Khalifa. Conocidos como “At the top”, se encuentran a 426 y 555 metros de altura respectivamente. Los precios comienzan desde los 125 dirhams (unos 30 euros); aunque las entradas suelen estar agotadas y comprar las últimas disponibles suele ser carísimo. Reservando por internet, por adelantado, podemos obtener los mejores precios. En nuestro caso, al haber improvisado todo sobre la marcha, decidimos no subir porque nos pedían 125 euros por la entrada. Y no, no era plan. Dubái seguirá ahí y seguro que tendremos alguna escala larga para conocerlo mejor… (Para comprar los billetes por internet hacer clic aquí )
El interior del gigantesco Dubai Mall.

De mochileros por un sitio extremadamente lujoso.
El Dubai Mall es taaaaaaan grande que en su interior hay incluso una pista de patinaje...

... ¡y el esqueleto de un dinosaurio!
Bonita decoración en "The Village".
El acuario del Dubai Mall es realmente espectacular. Se puede ver desde fuera (gratis) o caminar por un túnel en su interior (de pago).
Así pues, continuamos el paseo por el Dubai Mall saliendo a las fuentes de su exterior, desde las que podemos gozar de la majestuosa presencia del Burj Khalifa. Para nosotros, la vista desde allí de este edificio es inmejorable. Fotos, fotos y más fotos. Aunque claro, captar semejante edificio en su totalidad no resulta nada fácil, las cámaras no dan para más. Y eso que no pudimos presenciar el espectáculo de las fuentes, mundialmente conocido…
El Burj Khalifa es tan alto que apenas cabe en las fotografías que le hicimos.

Día inmejorable para captar los espectaculares rascacielos de Dubái.

El Burj Khalifa intenta arañar las nubes.
Para regresar descubrimos que, con la intención de proteger a la gente de las temperaturas extremas de Dubái, existe una larga pasarela que conecta el Dubai Mall con la parada de metro. Así, se evita la exposición al sofocante calor de la ciudad. Esta es la ruta más rápida y cómoda para llegar al Dubai Mall (a la ida habíamos ido por la calle).
Regresamos al aeropuerto en metro, esta vez en el primer vagón, que dispone de una enorme ventana en su parte delantera desde la que disfrutamos de unas vistas espectaculares.
Llegamos a la terminal con casi 2 horas de antelación a la salida del vuelo; por lo que hemos pisado la ciudad poco más de 3 horas. Pero claro, por 4 euros hemos disfrutado como niños.
Así que sí, que creemos que se puede visitar Dubái si se tiene una escala de 5-6 horas mínimo; puesto que se llega rápido a algunas de sus principales atracciones y realmente vale la pena.
Otros lugares a visitar, como el hotel Burj el Arab, el centro histórico, la mequita Jumeirah o, sobre todo, el subir a los miradores del Burj Khalifa los dejaremos para otra ocasión.
¡Nos vemos pronto, Dubái! 
Así, para terminar, unos pequeños consejos...

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