sábado, 11 de marzo de 2017

Hoi An. Gastronomía exquisita bajo la luz de los farolillos.



¿A que se nota que nos encantó Hoi An?
Hoi An es, probablemente, el destino más completo de todo nuestro viaje por Vietnam. Combina a la perfección una interesante arquitectura, una gastronomía deliciosa, una imponente historia y un ambiente pacífico y relajado que invita al paseo por sus coquetas calles. Si a ello le sumamos su localización, próxima a bellas playas, pequeños poblados de pescadores y antiguas ruinas cham, no cabe duda de que Hoi An es un importantísimo centro turístico. Ah, por cierto, y tampoco defraudará a los amantes de las compras; la ciudad está llena de sastrerías donde hacerse trajes o vestidos por un precio más que bueno. Además, su gastronomía exquisita supondrá un aliciente más para que nos enamore definitivamente.
Históricamente Hoi An fue un notable puerto marítimo, cuyo auge comercial se alcanzó entre los siglos XVI y XVIII. Comerciantes chinos, japoneses, indios e incluso holandeses arribaban al puerto en busca de pieles, seda, pimienta y otros bienes. Por dicho motivo, en sus calles se palpa todavía esa influencia multicultural.
En Hoi An encontraremos con frecuencia a señoras vietnamitas que nos ofrecerán algo de fruta.
Afortunadamente, Hoi An pudo evitar los bombardeos que asolaron otras ciudades en la Guerra de Vietnam; por dicho motivo en la ciudad se conservan intactos gran cantidad de edificios históricos. La parte histórica de Hoi An está cerrada al tráfico motorizado, lo que se agradece. Consta de un pequeño entramado de calles perfectamente estrechas, con multitud de edificios históricos perfectamente conservados. Entre ellos proliferan también numerosos restaurantes, sastrerías y tiendas de recuerdos.
En 1999, Hoi An fue declarada Patrimonio de la Unesco; desde entonces el número de visitantes ha ido aumentando exponencialmente. Por ello, las otrora tranquilas calles de la ciudad se han convertido en un hervidero de viajeros (tanto vietnamitas como extranjeros). Sin embargo, siempre podremos encontrar algún rincón apartado, un estrecho callejón o algún romántico restaurante donde disfrutar de la verdadera esencia de esta bella ciudad.
Los farolillos de colores, una seña de identidad de Hoi An.
Los principales puntos de interés de Hoi An y alrededores son los siguientes:
Ciudad antigua: la visita a la ciudad es, evidentemente, gratuita. Sin embargo, para poder entrar en algunos de los 21 sitios visitables (que incluyen pagodas, centros de asambleas, casas antiguas o el famoso puente japonés) tenemos que comprar unos tickets en cualquiera de los pequeños puestos habilitados para ello. 5 tickets cuestan 120000 dongs (casi 5€), y con cada uno podemos visitar uno de los monumentos. Algunos de los imprescindibles son el Puente cubierto Japonés, la sala de la congregación china de Cantón, la antigua casa de Tan Ky, la sala de la congregación china de Fukian o el salón de actos de Trieu Chau.
Una de las animadas calles de la ciudad antigua de Hoi An.
My Son: a apenas una hora de Hoi An, se trata del complejo arqueológico de ruinas cham más importante de todo Vietnam. Aunque muchos de los templos están destruidos (por los bombardeos de la guerra), merece la pena una visita de media jornada.
Playa de An Bang: a unos 3 kilómetros de Hoi An, se puede ir perfectamente en bicicleta. De arena fina blanquecina, es un perfecto lugar para relajarse, aunque en determinadas épocas del año puede estar algo masificada.
Poblados de pescadores: en las cercanías de Hoi An existen algunos pueblos de pescadores en los que podemos ver algo de la vida rural vietnamita, navegar por el río en unas curiosas barcas de bambú o simplemente pasear en bicicleta por entre campos de arroz.
Islas Cham: a unos 15 kilómetros de Hoi An podemos encontrar unas cuantas islas perfectas para una escapada de un día  con el fin de realizar submarinismo o simplemente pasear con tranquilidad.
De compras en las sastrerías: Hoi An destaca por la gran cantidad de sastrerías en las que uno puede realizarse un traje a medida en unas 24 horas y por un módico precio. Hay infinidad de tiendas, por lo que conviene comparar bastante antes de decantarse por una.
Gastronomía vietnamita: probablemente la ciudad de Vietnam con una mejor gastronomía sea Hoi An. Las white roses o el cao lau son unos de los ejemplos más notorios del buen hacer de los vietnamitas en la cocina.
La gastronomía vietnamita es espectacular, y en Hoi An acabó de enarmorarnos definitivamente.
Por todo ello, y mucho más, pensamos que Hoi An debería ser la ciudad a la que dediquemos más tiempo durante nuestra estancia en Vietnam. Tres o cuatro noches pueden ser lo ideal para conocer tanto la ciudad como sus alrededores. En nuestro caso estuvimos 3 noches; y dedicamos medio día a visitar My Son y casi un día entero para recorrer en bicicleta los poblados de pescadores y acercarnos a la playa de An Bang. Como estuvo lloviendo prácticamente un día entero, nos dedicamos a ver tiendas, hacernos traje y vestido y disfrutar de la buena gastronomía.
El famoso cartel en el puente sobre el río Thu Bon.
Escenas cotidianas, en las proximidades del mercado.
Mapa turístico de la ciudad de Vietnam. Al comprar las entradas de los sitios históricos nos darán uno similar.
¿Cómo fue nuestra experiencia en Hoi An?
Llegamos a Hoi An, en un sleeper bus desde Hue, a media tarde. El autobús nos deja enfrente del teatro de las marionetas de agua, a unos 15-20 minutos de la ciudad antigua, a la que vamos caminando.
Nos alojamos en el Han Huyen Homestay, situado justo al lado de la ciudad antigua, cruzando el río, en una zona de bares y restaurantes próxima al mercado nocturno.
Disfrutando de la comida vietnamita en un restaurante cercano al mercado nocturno.
Tras dejar las mochilas en el hotel salimos a pasear por la ciudad, que nos sorprende enseguida. Su calle principal nos encandila desde el primer momento, con sus edificios coquetos y el gentío que pasea bajo los farolillos de colores.
Cenamos en el restaurante Morning Glory, con cierta fama en la ciudad. El calamar relleno de gambas y cerdo y los stir fried rolls de gambas nos encantaron.
Tras la cena paseamos por la zona del mercado nocturno, al lado de nuestro alojamiento, y vamos a dormir pronto.
Uhmssssss...calamar relleno de gambas, riquísimo.

En el mercado nocturno abundan los puestecitos donde tomar algún dulce capricho.

Desayunamos un abundantísimo plato de noodles y tortilla y nos disponemos a descubrir los secretos que nos ofrece la ciudad antigua de Hoi An.
En primer lugar nos acercamos al famoso Puente cubierto japonés. Fue construido a comienzos del siglo XVII y representa un perfecto ejemplo de arquitectura tradicional japonesa. Si bien el entrar al puente es totalmente gratuito, visitar el pequeño templo de su interior nos obliga a gastarnos el primer ticket. Es difícil, aunque no imposible, tomarse una foto en el puente sin que aparezcan otras personas a nuestro lado.
El famoso Puente cubierto japonés de Hoi An.

Pequeños rincones con encanto.
La siguiente parada es en la antigua casa de Tan Ky (gastamos otro ticket). Con unos 200 años de antigüedad, conserva cuatro estancias con una arquitectura marcada por la influencia japonesa y china. Nos llaman la atención las columnas, exquisitamente decoradas, así como las mesas y sillas de madera. Sin embargo, la visita (“guiada”) nos decepciona puesto que tras una brevísima explicación de la casa, el guía dedica todo su tiempo y esfuerzos en intentar vendernos detalles y recuerdos de Hoi An. 
En el interior de uno de las casas visitables de la ciudad.

Colorida entrada a uno de los monumentos.
Continuamos paseando por las calles de la ciudad, pasando por delante de numerosas tiendas en las que confeccionan trajes. Tras echar un vistazo a 3 o 4 de ellas (de las que ya sabíamos algo porque nos habíamos informado antes del viaje), decidimos entrar a Hoang Kim. Su trato más cercano nos inspira confianza, así que pronto nos encontramos tomándonos las medidas. Son las 11:00 aproximadamente y nos indican que sobre las 19:00 pasemos de nuevo por allí para probarnos el traje… ¡ya hecho!
Tomándonos las medidas.
Traje y vestidos hechos. ¡Gracias!
Tienda Hoang Kim, donde el trato resultó excelente. La recomendamos, sin duda.
Entramos después al templo Quan Cong (1 ticket), bastante simple y que no nos gusta demasiado.
En cambio, nuestra siguiente visita es una de las que más nos gustan de toda la ciudad. Vamos  al Hoi An Art Performance Theatre (1 ticket), donde todos los días se celebran espectáculos de danza y música en directo. Muy recomendables, sin duda.
Espectáculo de danza y música tradicional.

Colorida interpretación.


Vamos encontrando otros de los edificios que se pueden visitar, aunque muchos de ellos no nos parece que merezcan demasiado la pena. No obstante, cuando entramos a la sala de la congregación china de Fujian nuestra impresión cambia. Es un ejemplo perfecto de arquitectura china, construida en el siglo XVII. Las dos puertas de entrada merecen ser contempladas durante un buen rato.
Entrada de la sala de la congregación china de Fujian.

Vista desde el interior.
Paramos un rato a descansar y aprovechamos para “merendar” uno de los platos más típicos de Hoi An, las “white roses”. Nos gustan tanto que en los dos días siguientes volveremos a repetir en más de una ocasión…
Hoi An se encuentra situada a orillas del río Thu Bon, lo que le permitió ser un excelente puerto comercial.

Una vez ha anochecido y se acercan las 19:00 horas, regresamos a la tienda Hoang Kim a la prueba del traje. La amable dependienta nos dice que tendrá que hacer unos pequeños retoques pero que mañana lo tendremos definitivamente. Nos gusta, la verdad.
A la hora de cenar probamos otra de las especialidades de Hoi An: el Cao Lau con noodles de cerdo. Exquisito, como todo lo que probamos en la ciudad.
Regresamos al hotel por las calles tranquilas, bajo la luz de los farolillos de colores.
Tienda de farolillos en el mercado nocturno.

¿No os apetece salir a pasear por estas calles tan bonitas?

Nos quedan dos días completos todavía en Hoi An. Un día lo empleamos en visitar My Son por la mañana y en disfrutar de la rica comida y un paseo tranquilo por la tarde; mientras que el último día nos vamos en bici a recorrer los alrededores de Hoi An. Pero eso lo contaremos en los próximos posts del blog ;)

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